El Internet of Things o cómo se diría en español el “Internet de las Cosas”, es uno de los términos más populares de los últimos años en la industria tecnológica. En el 2015 se pudo ver cómo numerosas compañías como Qualcomm o Samsung hablaban de productos e ideas relacionadas con este concepto. Pero, ¿qué es en realidad el Internet of Things? ¿Por qué todos le dan tanta importancia a este concepto?
De forma resumida, el Internet of Things es un concepto que se basa en la interconexión de cualquier producto con cualquier otro de su alrededor. Desde un reloj hasta el frigorífico de tu propia casa. El objetivo es hacer que todos estos dispositivos se comuniquen entre sí y, por consiguiente, sean más inteligentes e independientes. Para ello, es necesario el empleo del protocolo IP y el desarrollo de numerosas tecnologías que actualmente están siendo diseñadas por las principales compañías del sector.
Cabe destacar que ahora que comienza a popularizarse el término de IoT, hay personas que lo confunden con el término Machine-to-Machine (M2M). Ambos conceptos tienen significados diferentes, Internet of Things es un término más amplio, que engloba a M2M además de otras tecnologías. En pocas palabras, el M2M se reduce al uso que hacen las «máquinas» de los recursos de la red para comunicarse con aplicaciones remotas a efectos de realizar tareas de monitorización y control, ya sea de la «máquina» en sí, o del medio que lo rodea. Sin embargo, el IoT va más allá, puesto que se centra en la potencial interconexión de diferentes objetos inteligentes y la forma de interactuar con el entorno, permitiendo así la fusión del mundo físico con el mundo digital.
Por lo tanto, la trascendencia del IoT puede ser brutal tanto en ámbitos económicos como sociales. Y es que el Internet of Things permite que los ordenadores interactúen con elementos de la vida real y ganen independencia de los seres humanos, dejándonos a nosotros al mando de lo realmente importante.
Un ejemplo práctico: gracias al Internet of Things, nuestros frigoríficos serían capaces de medir los alimentos restantes en su interior y encargar al proveedor especificado los elementos agotados. Así, nunca tendremos que preocuparnos de comprar leche, huevos o nuestros yogures favoritos. El frigorífico medirá continuamente el stock y actuará independientemente en consecuencia.
Otro ejemplo práctico ha sido el prototipo desarrollado por nuestra empresa durante la First LEGO League (FLL) celebrada el pasado mes de Febrero. En este evento se ha presentado a CUBI, un cubo de basura inteligente, que permite comunicar en tiempo real su porcentaje de llenado. Además de informar de su estado, CUBI también puede recibir acciones (por ejemplo, forzar el vaciado en remoto). Esta interacción puede llevarse a cabo mediante el uso de distintos dispositivos (ordenador, tablet o móvil). Se trata de un prototipo educativo pensado para entretener de manera didáctica y divertida a los más pequeños. Pero es importante destacar la tecnología que está detrás de esta graciosa maqueta. Todo ello fue posible gracias a la plataform IoT conocida con el nombre de iPlace que ha sido desarrollada por la propia empresa. Se trata de una plataforma muy versátil y flexible, lo que ha permitido su implantación en todo tipos de instalaciones: automatización y monitorización de estaciones de servicio, control del clima en edificios públicos, gestión eficiente del alumbrado público de diferentes ayuntamientos, etc.
En el caso del desarrollo de CUBI, la idea que ha promovido esta iniciativa ha sido la de optimizar las tareas de recogida de basura. Concretamente, lo que se pretende es convertir cada contenedor en un “contenedor inteligente” capaz de conocer en todo momento su estado e informar al sistema central. Esto va a permitir que desde la plataforma central se puedan planificar las rutas de recogida de basura en función de la información recibida por cada contenedor. Por lo tanto, la implantación de este sistema va a conseguir optimizar los recursos de la empresa responsable de ofrecer este servicio, evitando desplazamientos innecesarios.
Como podemos ver, el Internet of Things es claramente el siguiente gran paso de la industria tecnológica. Abre un mundo de posibilidades incalculable, y aunque queda mucho camino por recorrer, sistemas como iPlace, ya consiguen acercarnos un poco más a esta realidad.