El IoT de por sí no tiene valor si no se pone a los usuarios en el centro, tiene que tener la finalidad de mejorar la vida de las personas. Si las empresas no tienen en cuenta a los usuarios a la hora de diseñar y realizar su transformación digital, estas fracasarán estrepitosamente.
La 4ª Revolución Industrial que estamos viviendo ahora, también llamada Industria 4.0, plantea a las empresas una gran cantidad de desafíos, que para seguir siendo competitivas, van a tener que resolver antes o después… y mejor antes que después.
Para unos esta revolución disruptiva se presenta como un problema, pero para aquellos que son capaces de ver el gran potencial de estas tecnologías, se les presentará ante ellos como una gran oportunidad.
El IoT (Internet de las Cosas) es una tecnología ideada para gestionar, controlar y monitorizar de manera automática los dispositivos que nos rodean, pero además es una tecnología que pone al ser humano en el centro. El IoT nació con la intención de resolver sus problemas (energéticos, recursos, residuos, procesos, etc..) de manera más eficiente y buscando una interacción con los dispositivos más humana y fluida.
Es importante que una empresa a la hora de empezar con la transformación digital tenga en cuenta sus propias necesidades pero además, las necesidades de sus empleados y de sus clientes.
Es de vital importancia que las nuevas tecnologías estén preparadas para ser fáciles de usar y de aprendizaje rápido, permitiendo al capital humano adoptarlas de una forma rápida.
La rápida adopción de estas tecnologías por parte de los trabajadores repercutirá en la ventaja competitiva de la empresa, sobre todo, porque cuanto mayor provecho de las mismas se obtenga, mejor será el posicionamiento de la empresa en el mercado.
Es obvio que estas tecnologías están para hacer más fácil la vida de los clientes. El usuario final actual está más informado y quiere productos y servicios mejor adaptados que les ayuden a mejorar su calidad de vida. Hoy podemos decir que son los que tienen la última palabra.
Todos los esfuerzos del IoT son para obtener la mayor cantidad de información posible y encontrar valor real en esos datos. Esto nos permitirá reestructurar y adaptarnos a las necesidades reales de nuestros clientes.
En Conexiona tenemos claro que las personas están/son el centro. Por eso nuestras soluciones son fáciles de instalar, implementar y de usar además de realizar procesos más sostenibles y menos costosos para la empresa.
A fin de cuentas, las soluciones IoT bien diseñadas son las que optimizan los procesos productivos y tienen la capacidad de comprender las necesidades de los clientes, que antes pasaban desapercibidas o eran imposibles de detectar, mientras mejoran la interacción con las personas.
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